En Lawy nuestros clientes y seguidores saben que uno de nuestros mantras es: “Un contrato es como una prenda de vestir, se debe ajustar a la medida de cada persona y la misma prenda no le queda bien a todos”
Y si quisiéramos buscar un ejemplo por excelencia para demostrar la anterior frase, tendríamos que referirnos a los famosos contratos de Vesting.
¿Qué es un contrato de Vesting?
En palabras sencillas, es una herramienta que permite a las sociedades comerciales suscribir una participación accionaria o en cuotas sociales según sea el caso, sujetando dicha suscripción a una condición, por ejemplo:
A la consecución de un objetivo: En donde un ingeniero senior, líder de proyecto, será retribuido con acciones, si logra lanzar la versión beta de un desarrollo de software en un determinado periodo de tiempo.
Es común que figuras como los contratos de Vesting sean usados para retener o motivar el talento humano dentro de las empresas. Como sabemos este tema es crítico en cualquier organización que quiera crecer de manera consistente en el tiempo. Inclusive, resulta ser una herramienta ideal entre los socios fundadores que a parte del capital que aportan para constituir la sociedad desean garantizar compromisos en términos de metas o tiempo.
Pero, como mencionábamos al principio, estos contratos deben ser a la medida, pues la figura del Vesting es de origen anglosajón, y si bien estos acuerdos son cada vez son mas comunes en nuestro país, deben cumplir ciertos requisitos para ser realmente válidos y aplicables dentro de las sociedades. Lo anterior no es un tema menor, nos hemos encontrado con acuerdos de esta naturaleza que debido a una redacción poco técnica o por condiciones que por su naturaleza no pueden ser aplicables en nuestro país, han generado grandes inconvenientes dentro de las empresas.
Desde Lawy nuestra invitación es que antes de asumir compromisos de esta naturaleza se asesoren y conozcan las particularidades de este tipo de acuerdos. Para muchas organizaciones puede ser una excelente herramienta, para otras puede que la herramienta ideal no sea necesariamente la misma.
Recuerda, como manejas y gerencias este tipo de situaciones habla mucho de tu empresa, no lo dejes al azar.